Artículo original de El Economista

En España, las grandes promotoras cotizadas —Aedas Homes, Neinor Homes y Metrovacesa— solo disponen de un banco de suelo con capacidad para levantar 74 011 viviendas, lo que equivale al 14,8 % de las que realmente se necesitan para atender la demanda actual EjePrime. Este dato subraya un problema estructural en el mercado inmobiliario: la falta de terreno finalista limita la capacidad de construir y encarece los precios de los solares disponibles.
El pasado año se terminaron 110 306 pisos, según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, pero los informes del Banco de España indican que el país acumula un déficit de 500 000 unidades para dar respuesta a la creación de nuevos hogares y garantizar el acceso a la primera vivienda EjePrime. Esta brecha entre oferta y demanda presiona aún más la necesidad de explorar mecanismos de financiación y gestión alternativos.
Dentro de este escenario, Neinor Homes incrementó su cartera de suelo un 27,7 %, alcanzando 23 000 unidades —el 89 % de ellas listas para construir— tras invertir 769 millones de euros en adquisiciones y alianzas con fondos como Habitat. Por su parte, Aedas Homes amplió su banco de suelo un 26,7 % hasta 23 411 parcelas, y Metrovacesa lidera el ranking con 27 600 unidades valorizadas en 2 411 millones de euros, de las cuales el 77 % ya es suelo finalista EjePrime. Pese a estos avances, se insiste en reclamar a las administraciones una mayor agilidad en la tramitación urbanística y seguridad jurídica para inversores.
Frente a la escasez de suelo y la rigidez de los modelos tradicionales, el proyecto TPD propone articular cooperativas de vivienda que negocien colectivamente terrenos, optimicen recursos y atraigan inversores privados mediante esquemas de financiación compartida. Estas gestoras especializadas podrían focalizarse en suelos secundarios con potencial de revalorización, acelerando procesos y reduciendo costes para quienes buscan su primera vivienda.